Muchos estadounidenses saben poco sobre los aviadores de Tuskegee, el pequeño grupo de pilotos negros y personal de apoyo que lucharon por el derecho a volar en la Segunda Guerra Mundial y cuyo éxito desempeñó un papel importante en la integración de las fuerzas armadas. Brown fue uno de los 992 pilotos originales de Tuskegee. Es probable que sea el último de su grupo en registrar su historia.

Verdaderamente una oportunidad limitada para que su grupo de autobús escuche historias de primera mano del piloto de la Segunda Guerra Mundial Harold Brown, de 96 años, mientras relata su tiempo en combate y fue derribado y tomado como prisionero de guerra. Brown también describe su herencia familiar y el viaje que sus padres hicieron al norte en lo que se conoció como la Gran Migración. También comparte historias familiares que ayudaron a formar al joven Harold Brown y su hermano Lawrence. Brinda una imagen de la vida en Minneapolis en las décadas de 1920 y 1930, donde los negros eran pocos, donde la segregación era mínima y donde se nutrió la "historia de amor" de Harold con un avión.

Lo más destacado de la presentación de Brown es cuando comparte la historia de su misión número 30, el 14 de marzo de 1945, cuando el Dr. Brown fue derribado sobre territorio enemigo, rescató de su P-51 gravemente dañado y fue tomado como prisionero de guerra ( prisionero de guerra). Durante seis semanas estuvo cautivo, la posibilidad de perder la vida lo miraba fijamente a la cara. Los peligros lo rodearon, interrogatorios, fuego amigo, ya que se vio obligado a caminar de un campo de prisioneros de guerra a otro.  Escuche sobre su roce con la muerte por parte de sus captores y, en última instancia, su liberación por parte de las fuerzas aliadas.

Una parte importante de la historia afroamericana sigue viva a través de la presentación del Dr. Brown. Los aviadores de Tuskegee, fueron los primeros pilotos militares negros de Estados Unidos y su personal de apoyo, cambiaron la historia y sus contribuciones a los esfuerzos de guerra fueron inconmensurables, pero mirando hacia atrás ahora,  quizás su mayor victoria fue desafiar los estereotipos que habían impidió que los estadounidenses negros sirvieran como pilotos en las Fuerzas Armadas de EE. UU. 

Se han hecho películas sobre los pilotos completamente negros del 332nd Fighter Group, que sufrieron racismo en una Fuerza Aérea de EE. UU. entonces segregada. Es decir, hasta que los talentosos aviadores se convirtieron en un engranaje valioso para proteger a los bombarderos que ganaron la guerra en Europa.

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